lunes, 25 de julio de 2011

LA VERDAD Y EL PENSAMIENTO EN EL LENGUAJE

El hombre se desarrolló primero orgánicamente y luego culturalmente, esta frontera la marca el lenguaje, pues a partir del lenguaje el hombre se empezó a desarrollar culturalmente.



En nuestra sociedad podemos decir que en el lenguaje existen formas que prohíbe que aquel lenguaje sea libre o autónomo, pues existen reglas  de poder que exige que no todo se puede decir, que no se puede hablar de todo en cualquier circunstancia. De igual modo en el lenguaje también hay presencia de una voluntad de verdad que aplica reglas para diferenciar lo falso y lo verdadero.



Claramente podemos afirmar que el lenguaje manejado por nosotros es controlado y seleccionado.

El lenguaje no solo es instrumento de comunicación, el ser humano habita en él, es decir hace  parte de él.



Por lo tanto hay que buscar la verdad de nuestro lenguaje, pues no podemos asilar o condenar a una persona que piense algo contrario a la verdad del lenguaje que hace mucho tiempo nosotros venimos manejando, ya que no tenemos la gran certeza de que la verdad de nuestro propio lenguaje sea verdadero.



Con respecto al lenguaje y el pensamiento existen dos imágenes que nos muestran diferentes verdades, pero de ninguna de las dos se puede decir que son verdaderas, pues al escoger alguna de las dos imágenes, en lo que nos tenemos que concentrar es que dicha imagen que se cree como verdadera sea totalmente verdadera.




En conclusión se puede decir que el hombre conoce una verdad realmente suprema y aquella verdad exige que se convierta en objeto de estudio para el hombre.



                                          


camila de dios chamucero 
            Once A





LA VERDAD Y SU ESENCIA



Marta Barreto y Catalina Blanco se basan en los planteamientos de los filósofos Federico Nietzsche quien rompe con los valores tradicionales y Foucault quien considera que los individuos son resultado de estructuras de poder que actúan mediante mecanismos de control; a través de los cuales crean diferentes concepciones a cerca de la verdad, el lenguaje y el pensamiento.

Según las ideas de las autoras la relación existente entre el lenguaje y verdad radica en que el ser humano pertenece al lenguaje y que por lo tanto es necesario investigar su verdad, es decir, las condiciones políticas, económicas e institucionales que producen la verdad mediante sistemas de poder, todo ello depende del uso correcto que se haga del lenguaje. Considero que el lenguaje se da como algo impuesto pues si bien tiene un carácter de igualdad ya que todas las cosas controladas y seleccionadas se consideran como válidas y establecidas en nuestra sociedad.

El autor afirma que la verdad es un invento ya que se contrapone a la idea de origen de la verdad pues considera que la verdad no es una sola sino que hay diversidad de verdades y que surgen en determinadas condiciones, es más una ilusión o una apariencia, éstas verdades limitan pensar de manera más creativa. Es válido decir que el lenguaje puede ser instrumento de comunicación ya que sólo se nos permite hablar sobre determinada verdad.

El autor plantea la relación entre verdad y pensamiento a través de dos imágenes: una imagen donde predomina la razón sobre las cosas, es decir, la verdad analiza, compara y decide si ciertas razones u opiniones se utilizan o no, se requiere un pensamiento objetivo y se rechaza la imaginación; la segunda imagen consiste en que al pensamiento le interesa la representación del sujeto humano, es decir, pensar en sí mismo o en relación con otro y no en las cosas, pensar es reflexionar hacia un futuro.

Las ideas de las autoras anteriormente mencionadas pueden ser consideradas válidas y coherentes en muchos aspectos; principalmente en el sentido que le éstas le dan a la verdad y la importancia que requiere utilizar correctamente el lenguaje y el pensamiento sin cometer errores ni equivocaciones que puedan afectarnos en un futuro, por ello es indispensable “dar pasos cortos, pero seguros”.

                                                                          LYNDA MELISSA MARLÉS MUÑOZ

                                                                                                     ONCE A